EL OBJETIVO: PROMOVER LA IGUALDAD ENTRE LOS GÉNEROS Y LA AUTONOMÍA DE LA MUJER


 Metas para 2015:
 Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el 2005, y en todos los niveles de enseñanza para el 2015.
Por cada 100 niños que no van a la escuela, no van 117 niñas. Hasta que no vayan a la escuela el mismo número de niñas que de niños, será imposible impartir el conocimiento necesario para eliminar la pobreza y el hambre.



Objetivo para 2015:
Impulsar los derechos de la mujer y de la infancia permite avanzar a la humanidad.
Las niñas que no han recibido una educación corren un mayor peligro de quedar marginadas. Son más vulnerables a la explotación.
Las niñas tienen menos posibilidades de expresar su opinión en los planos social y político. Los derechos de las mujeres están limitados a la discriminación jurídica, a su carga de trabajo y a la falta de movilidad en el hogar. Los problemas afectan a sus hijos. Los hogares sin un hombre como cabeza de familia corren un mayor riesgo de empobrecimiento.
Los perjuicios de género menoscaban los derechos de la mujer en otras esferas. Prácticas como el matrimonio precoz a la existencia de servicios inadecuados de la salud producen tasas más elevadas de mortalidad derivada de la maternidad.
El mundo ha reconocido la importancia de la igualdad de género.
Las mujeres que han recibido una educación llevan a vacunar a sus hijos, y la tasa de supervivencia de sus hijos es un 40% mayor.
Escolarizar a las niñas y asegurar que aprendan y progresen, es una de las prioridades que sirven para impulsar el Objetivo del Milenio 2 destinado a lograr la educación primaria universal.
Unicef trabaja para asegurar la realización del derecho de todas las niñas a la educación.
Ayudar a las mujeres y a las niñas a evitar el VIH/SIDA. En algunos países de África subsahariana, la incidencia del VIH entre las niñas adolescentes es cinco veces mayor que entre los adolescentes varones.
Por medio de la promoción con los gobiernos y las tareas de divulgación, ayuda a tener acceso a la información y los servicios que necesitan para evitar la infección por VIH.  Estas medidas incluyen campañas para influir sobre las normas sociales relacionadas con el comportamiento sexual a fin de detener la epidemia. Otras actividades para prevenir los riesgos incluyen la ampliación de la salud, donde se ofrezcan pruebas de detección del VIH y se proporcionen preservativos y tratamiento para las infecciones de transmisión sexual.




Mejora de la salud de la maternidad
La atención de la maternidad es también una meta para la salud de la comunidad. Junto a las campañas de vacunación para la infancia, UNICEF adquiere vacunas antitetánicas, suplementos de micronutrientes y mosquiteros (para luchar contra el paludismo) y los distribuye a las mujeres embarazadas.



Promover la protección de la infancia
Matricular a las niñas en entornos educativos de calidad y ayudarlas a mantenerse.
UNICEF se preocupa de ofrecer entornos protectores para las mujeres y las niñas, que corren un mayor riesgo de sufrir a causa de la violencia sexual y la pobreza.



Aumentar el acceso al agua y al saneamiento
En los países en desarrollo pocas personas carecen de agua potable. Para estas familias, la carga que supone obtener y transportar agua potable suele recaer en las niñas, lo que significa que no pueden acceder a la escuela.
UNICEF trabaja directamente con las organizaciones de la comunidad y las propias familias para asegurar que los hogares tengan acceso a un abastecimiento limpio y seguro de agua y a instalaciones de saneamiento seguras y convenientes.
UNICEF trabaja también a favor de que las escuelas sean más sanas y más atractivas para los alumnos, especialmente las niñas.



Progresos
Las proyecciones de UNICEF siguen indicando un índice mundial de paridad entre los géneros de 0.96, lo que significa que solamente 96 niñas por cada 100 acudirán a la escuela primaria.

Los perjuicios de género menoscaban los derechos de la mujer en otras esferas. Prácticas como el matrimonio precoz a la existencia de servicios inadecuados de la salud producen tasas más elevadas de mortalidad derivada de la maternidad.
El mundo ha reconocido la importancia de la igualdad de género.



¿Cómo vamos?

Lograr la paridad en la educación es un paso muy importante para el logro de la igualdad de oportunidades, tanto para los hombres como para las mujeres, en los ámbitos social, político y económico. Gracias a los esfuerzos nacionales e internacionales y a la campaña de los Objetivos de Desarrollo del Milenio muchos más niños y niñas de todo el mundo se han matriculado en la escuela primaria, en especial desde el año 2000. Se está consiguiendo la paridad en la enseñanza primaria en los países en desarrollo, aunque algunas regiones están rezagadas. Entre 1999 y 2010 la participación de las niñas en la enseñanza primaria:
  • En África subsahariana había matriculadas solo 82 niñas por cada 100 niños.
  • En América Latina y el Caribe las tasas de matriculación en enseñanza secundaria fueron más altas para las niñas que para los niños.
  • Asia occidental y Asia meridional emergieron como las regiones con los mayores adelantos en este período.
Para las mujeres de algunas regiones, el acceso igualitario a las oportunidades laborales es todavía un objetivo distante:
  • A nivel mundial, la proporción de mujeres en trabajos no agrícolas remunerados aumentó lentamente, pasando del 35% en 1990 al 40% veinte años después.
  • En 2010, en Asia occidental, África septentrional y Asia meridional solo el 20% o menos de la fuerza laboral no agrícola eran mujeres.
  • En todo el mundo, las mujeres ocupan solo el 25% de los puestos de gerencia. Los trabajos de las mujeres tienden a concentrarse en el extremo inferior del mercado laboral (es decir, peor remunerado, menos productivo) y en un rango más angosto de ocupaciones y actividades (por ejemplo, procesamiento de alimentos, elaboración de prendas de vestir, servicios...). Las mujeres trabajan en la economía informal en mayor proporción que los hombres.
  • Más del 80% de las mujeres que no trabajan en agricultura en la India, Madagascar, Malí y Zambia y casi las tres cuartas partes de las mujeres de Bolivia, El Salvador, Honduras, Liberia, Paraguay, Perú y Uganda tienen trabajos informales.
A continuación, algunos ejemplos de las historias que han vivido las mujeres:
  • Bangladesh: empoderando a las mujeres para combatir la pobreza. (Pincha aquí)
  • Mujeres wounaan: protagonistas en la recuperación de su comunidad. (Pincha aquí)
  • Si quieres conocer más historias: pincha aquí.

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