Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 16
1.Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2.Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3.La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 23
1.Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2.Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3.Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4.Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
RELACIÓN CON LOS DERECHOS DEL NIÑO
PRINCIPIO 1
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos
derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni
distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
PRINCIPIO 10
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en
un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y
fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus
energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
RELACIÓN CON TEXTOS RELIGIOSOS
El Judaísmo:
«Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen
de Dios, los creó varón y mujer.» (Gn 1:27)
«Honra a tu padre y a tu madre.» (Éx 20:12)
«Un hombre sin una mujer vive sin alegría, bendición y bondad; un hombre debe amar a su mujer
como a sí mismo y respetarla más que a sí mismo.»
(Talmud, Tratado Yevamot 62b)
«Las mujeres tienen más poder de discernimiento
[que los hombres].» (Talmud, Tratado Nidah 45b)
«Tiene prohibido el hombre casar a su hija cuando es
menor hasta que crezca y diga: “a fulano yo quiero.”»
(Talmud, Tratado Kidushin 81b)
«Aunque he escogido a los jefes, los jueces y los ancianos para que os gobiernen, todos ellos son iguales
ante mí como está dicho “toda persona en Israel” [Dt 29:9] y no solo los grandes entre vosotros, sino vuestros hijos, vuestras mujeres; ya que los seres humanos son más misericordiosos hacia los hombres que hacia las mujeres, pero el Santo —bendito sea— no es así, es misericordioso con todas sus creaciones, los hombres y las mujeres por igual.» (Tanjuma, Netsavim 2)
«Todos los impuros, incluso la mujer "nidá5" y los no judíos pueden tomar el libro de la Torah y leer, sin
que por ello las palabras de la Torah reciban impureza, siempre y cuando sus manos no estén sucias de
barro, sino que se laven primero y después toquen el libro.» (Maimónides, Mishnah Torah, 10,8)
El Cristianismo Católico:
«Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen
de Dios, los creó varón y mujer.» (Gn 1,27)
«Ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre,
varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que
uno en Cristo Jesús.» (Ga 3,28)
Fragmento de la carta dirigida a las mujeres del I
Congreso de los Patriarcas y de los Obispos Católicos
de Oriente Medio, celebrado en el Líbano del 9 al 20
de mayo de 2000:
«Vosotros gozáis de un papel privilegiado en la familia,
en la sociedad y en la Iglesia (...) La Iglesia está edificada
en distintos campos de apostolado, gracias a vuestra dedicación. Vosotros estáis siempre a punto para servir, para
participar en la vida de la Iglesia, en sus celebraciones, en
sus actividades, en sus asambleas, de acuerdo con los talentos y las capacidades con las que el Señor os ha dotado.
Os damos las gracias y trabajaremos con vosotros para
que cada mujer obtenga sus derechos, pueda llevar a cabo
la tarea que Dios le ha escogido y lleve a cabo plenamente
su misión privilegiada en la sociedad y en la Iglesia.»
El Cristianismo Evangélico:
Los textos de inspiración se encuentran en los Evangelios, en las narraciones que explican la actitud de
Jesús en su relación con las mujeres.
En el grupo que seguía a Jesús había mujeres discípulas y también colaboradoras ocasionales. Jesús no las
discrimina en ningún detalle de su comportamiento
ni las trata de forma paternalista. Así lo demuestran
su forma de comunicarse con las desconocidas o las
mujeres que lo buscan persiguiendo alguna ayuda.
La libertad del trato de Jesús con el elemento femenino es equiparable al que se pueda dar hoy entre personas de ambos sexos que han asumido la igualdad
entre hombre y mujer sin reservas. Algo inadmisible
para la sociedad de su tiempo.
Los apóstoles, primero, y las autoridades eclesiásticas,
después, desvirtuaron lo que Jesús había legitimado
con su comportamiento. Todo siguió como siempre.
En Gálatas 3,28 encontramos: «Ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque
todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús.»
Este texto no deja ninguna duda sobre la igualdad
racial y social o entre el hombre y la mujer. Los seguidores y las seguidoras de Cristo tienen una identidad
que los iguala. Es una paridad sin objeción.
Este texto, sin embargo, no se armonizaba con las
costumbres y la mentalidad de la época y no fue interiorizado por los abanderados cristianos. Pese a que
en las primeras congregaciones se destacaron mujeres
misioneras, profetisas, diaconisas y otras mujeres notables, su biografía ha sido infravalorada, tergiversada o sencillamente silenciada por los historiadores.
Primero la doctrina y la teología incipiente y después
la lectura de la Biblia y la gran teología que ha dominado el pensamiento a lo largo de siglos situaron a la
mujer en un plano inferior al hombre. La mujer había
sido creada a partir de una costilla del hombre y fue
la primera en pecar: la historia de la humanidad se iniciaba y se revelaba, pues, con unos colores que no
dejaban ninguna duda de los derechos del macho sobre la hembra. Era la exigencia del mundo y la Iglesia
no quería, no sabía o no podía sustraerse de ella.
Cristianismo Ortodoxo:
De la Sagrada Escritura:
«Tú creaste a Adán e hiciste a Eva, su mujer, para que
le sirviera de ayuda y de apoyo, y de ellos dos nació el
género humano. Tú mismo dijiste: “No conviene que
el hombre esté solo. Hagámosle una ayuda semejante
a él.”» (Tb 8,6)
«Donde no hay valla, la propiedad es saqueada, y
donde no hay mujer, el hombre gime y va a la deriva.» (Sir 36,25)
«Por supuesto que para el Señor, la mujer no existe
sin el hombre ni el hombre sin la mujer. Porque si
la mujer procede del hombre, a su vez, el hombre
nace de la mujer y todo procede de Dios.» (1 Co
11,11-12)
De los Santos Padres de la Iglesia:
«La mujer representa la entrada hacia el buen camino
para el hombre.» (San Juan Crisóstomo)
«Dos de las razones relativas a la mujer son famosas: en
primer lugar porque la mujer recibió de Dios una maravillosa aptitud para la educación; luego, la bendición de
poder vivir una vida tranquila, en casa, muy lejos de las
guerras y las turbaciones de la vida pública. Existe una
tercera razón que nos descubre San Pablo: la buena educación de los niños es para la mujer el rescate del antiguo
pecado (el pecado primordial).» (San Juan Crisóstomo)
«El poder del varón y de la mujer son un solo poder
(…), una misma línea de conducta.» (San Clemente
de Alejandría).
El Islam:
El islam se fundamenta en un mensaje universal
dirigido a toda la humanidad. Alá exhorta tanto
a las mujeres como a los hombres sin desmerecer
a nadie a causa de su sexo. Ambos son califas,
responsables de sus actos y, como seres humanos,
disponen de conciencia y alma (nafs).2
Es interesante señalar cómo, pese a que en la lengua árabe
el masculino incluye el femenino, el Corán no
deja de especificar muy a menudo el género, aunque gramaticalmente no sea necesario. Ello deja
bien claro que, pese a que esta cosmovisión se dirige a todos nosotros como colectivo, nunca debemos prescindir de nuestra autonomía como individuos, porque, de hecho, cada uno solo deberá
responder de sí mismo y de sus propias acciones.
La tradición islámica enseña que las características identitarias —como la raza, el sexo, el origen,
el estatus social, etc.— no determinan la valoración que Alá hace de la persona. Esta valoración,
más bien, depende de la nobleza de carácter y
de la piedad. Alá dictamina la sentencia por el
comportamiento.
«Vuestro Sustentador que os creó de un solo ser del
que creó la pareja y de ambos hizo descender a muchos hombres y mujeres.» (Corán 4,1)
«Los hipócritas y las hipócritas, están todos relacionados entre ellos…» (Corán 9,67)
«Y los creyentes y las creyentes, son amigos unos de
otros…» (Corán 9,71)
El Hinduismo:
Sobre la igualdad de todos los seres
«Aquel que siempre ve que todas las entidades vivientes son chispas espirituales, uno, en calidad con el
Señor, se vuelve el verdadero conocedor de las cosas.
¿Qué puede entonces provocarle ansiedad o ilusión a
él?» (Isopanishad)
«¡Oh, Arjuna! Aquel que, mediante la comparación
con su propio ser, ve la verdadera igualdad de todos
los seres tanto en su felicidad como en su aflicción, es
un yogui perfecto.» (Bhagavad Gita)
«Aquel que es igual con amigos y enemigos, que
mantiene la ecuanimidad en medio del honor y el
deshonor, el calor y el frío, la felicidad y la aflicción,
la fama y la infamia, y que está dedicado al servicio
devocional, esa clase de persona es muy querida por
Mí.» (Bhagavad Gita)
«El Señor está muy satisfecho con Su devoto cuando
este acoge a las demás personas con tolerancia, misericordia, amistad y ecuanimidad.» (Bhagavata Purana)
Sobre la importancia de la mujer
«Donde se honra a las mujeres, están satisfechas las
Divinidades; pero cuando no se las honra, son estériles todos los actos piadosos.» (Leyes de Manu)
«Toda familia en la que las mujeres viven afligidas, no
tarda en extinguirse; pero cuando no son desgraciadas, la familia aumenta y prospera en toda circunstancia.» (Leyes de Manu)
«Un maestro es más venerable que diez instructores;
un padre lo es más que cien maestros; y una madre,
es más venerable que mil padres.» (Leyes de Manu)
El Budismo:
En el Uttara Tantra Shastra se habla de la esencia de
buda, el potencial para llegar al estado de buda que
todos los seres poseen sin excepción. En este texto se
explica que no hay ninguna diferencia entre los seres
en cuanto a su potencial. Por lo tanto, aunque no se
mencione específicamente la igualdad de sexos, esta
idea queda obviamente implícita.
La Fe Bahá´í:
«En este Día, la Mano de la gracia divina ha eliminado toda la diferencia. Los siervos de Dios y sus siervas
se consideran en el mismo plano. Bendito es el siervo que ha alcanzado aquello que Dios ha decretado,
igualmente a la hoja que se mueve de acuerdo con las
brisas de Su Voluntad.» (Tablas de Bahá’u’lláh)
«Exaltado, inmensamente exaltado es aquel que ha eliminado las diferencias y establecido la armonía. Glorificado, infinitamente glorificado es aquel que ha hecho
que cese la discordia y ha decretado la solidaridad y la
unidad. Alabado sea Dios, la Pluma del Altísimo ha
eliminado las distinciones entre Sus siervos y siervas y,
por medio de sus consumados favores y abarcadora misericordia, ha conferido sobre todos una posición y un
rango al mismo nivel.» (Tablas de Bahá’u’lláh)
No hay comentarios:
Publicar un comentario